La curiosidad de la mente, tira de los pies cansados.
Abdico de la obligación social de liderar actos de cortesía. Hacer por hacer. Sin continuidad, no resulta rentable. No establecer nexos nacidos para ser rotos. Actos que empiezan y acaban en sí mismos. Para siempre. Desencuentros para la eternidad.
Retrato.
Nieta de 20 años a la que ve una vez al año. Por el dinero. Se lo explica a su última triste conquista.
Intentos patéticos de juventud que quedan desmentidos por la forma en que caminan.
El oro de sus manos no consigue ocultar la artrosis de sus dedos.
A él no parece importarle nada. Con un mimo interesado, porta el bolso de marca de ella sin desdoro
. Seguro que fué una mujer muy guapa. Aún se le nota la costumbre de ser admirada. Lástima que el dinero le haya permitido jugar a la juventud artificial de los pegotes del botox que deforman sus labios y el óvalo de su cara.
Indefensa, cierra con facilidad los ojos, en un sueño infantil, sin sobresaltos. Él, a su lado, vuelve a ser el D. Juan protector y fuerte que por un momento se olvida de sus vidas anteriores, para empezar de nuevo un cortejo más ,de los de su dilatada experiencia.
Ahora camina despacio, y deja que ella vaya pagando los gastos que salen al paso.
Pero no engañan a nadie. No son una pareja al uso. Las malas lenguas divulgan con repidez la noticia: ¿un matrimonio?, ¡qué va!, si se han conocido en este viaje. Él ha olido el dinero, que ella tiene pisos y casas por toda Palma, ...
¡Lástima de romance!. No puedo poner en duda lo que me cuenta su malintencionada compañera de habitación. Pero me gustaria.
Porque ¿puede nuestra protagonista haberse apuntado realmente a este precario viaje porque van "solteros"? No se. Probablemente de vidas anteriores sólo le quedan las maneras,y quizá una lejana esperanza de conseguir compañía cómo siempre lo había hecho. No analizo la familia militar, porque sería demasiado fácil.
¿Y él?.¿ Enésimo chasco? ¿Amor verdadero?. Porque no!. por una vez las cosas podrian ser como eran en las pelis insulsas que nos educaron sentimentalmente.
1 comentario:
Es todo muy obvio, y salta a la vista de todos, menos a los de ella? Tal vez sea deliberado, ojala que no, porque si fuese realmente ignorancia, credulidad e ingenuidad, por una vez las cosas podrían ser como dices, si nadie lo desmiente, si ella no se lo desmiente.
Porque vivir en la inopia puede ser tan real como la disección analítica de intenciones y emociones, y - vaya usted a parar -es muchísimo más dulce. Vivir no deja de ser la máxima expresión de la subjetividad, y como tal sólo se trata de aplicar la subjetividad deseada y filtrar los estímulos externos por filtros favorecedores. Que las cosas feas ya se cuelan solas, para qué negar que se puede aprender a vivir a la carta.
De las influencias ambientales que hemos vivido secuencialmente, puede que la peor estafa no haya sido la emoción llena de expectativas irreales, creadas en una educación de cuentos, radionovelas moralizantes, ensoñadoras películas insulsas, modelos abnegados y romanticismos machistas. Puede que fuese peor el racionalismo descreído para liberarnos, para igualarnos y abrirnos la conciencia. O tal vez, la mezcla de ambos. Seguramente esto último, no crees?
(me gusta el relato, quiero decir tanto la forma como el contenido).
Publicar un comentario